miércoles, 8 de diciembre de 2010

MOSTRO LA GRANDEZA DEL PUEBLO MAYA



Homenaje luctuoso a Víctor Segovia Pintopara quien conoció de cerca como los Mayas, le rendian culto a Yuum K’iin y a xma U”. Con su trabajo arqueológico los centros ceremoniales emergieron de la selva para continuar enseñando a la humanidad.



Mérida, Yucatán, México a 7 de diciembre de 2010 (Bernardo Caamal Itzá).

Hoy al conmemorarse el XV aniversario luctuoso del arqueólogo Víctor Segovia Pinto, la agrupación civil “Amigos de Víctor Segovia Pinto” a propuesta de uno de los que integran, acuerdan analizar un proyecto para dar a conocer la grandeza de la civilización maya ante los medios masivos de comunicación.

Esta propuesta surge, como una forma de rendirle homenaje de forma permanente a Víctor Segovia Pinto, como uno los arqueólogos yucatecos más importantes de su época, y que han contribuido para que se conozca a la cultura Maya, como una de las civilizaciones más importantes de la humanidad.

Además, como una forma de conocer el pasado legendario maya, entender el presente y buscar proyectar las alternativas de desarrollo de sus nuevas generaciones.

Durante este homenaje luctuoso, se reconoció la valía del trabajo profesional que desarrolló un día Segovia Pinto, y de su gran amor por la cultura que admiró al estudiarlo, y rendirle culto en cada uno de sus descubrimientos en los diversos centros ceremoniales, que un tiempo estaban cobijadas por la selva.

Yuum k’íin o xma u, seguramente lo guió en cada para que cada uno de los trabajos que emprendió, le sugirieran que antes de entrar a trabajar por estos lugares sagrados, primero hay que “pedir perdón” a los dioses, para que ddsarrollen con éxito su trabajo.

Humberto Gómez Rodríguez, descubridor de las grutas de Balancanchén, relató cómo Segovia Pinto contribuyó para que los sacerdotes mayas, pudiesen hacer una ceremonia maya en los años de 1959, al ser descubierta estos lugares sagrados.

Otros relataron, como incluso apoyo económicamente a sus compañeros de trabajo cuando no llegaba a tiempo la quincena, o en su caso, como ambientar los lugares por donde desarrollaban algún proyecto arqueológico.

Entre ex compañeros de trabajo, amigos, familiares y funcionarios del gobierno estatal y municipal, se dio a conocer el enorme legado del homenajeado a su cultura.

Fue subrayado la trascendencia de su trabajo en el tema de la arque astronomía, la arquitectura de paisaje de los centros ceremoniales, entre otras cualidades que desarrollo en su época.

Entre los trabajos que emprendió, en 1967-68 colaboró con el CEDAM durante la exploración que se hizo en el Cenote Sagrado de Chichén Itza; en los 70’s de su propio peculio, investigó y restauró parcialmente en el Kinich Kakmo de Izamal, donde compró un par de predios con vestigios arqueológicos, que le expropió el INAH.

Después de trabajar en Kohumlidge, Cancún, Tulum y otros sitios mayas de Quintana Roo, retorno a Yucatán a trabajar en Mayapán en los 80’s donde hasta hoy sobresale la arquitectura de paisaje que diseñó, sembró y descubre el solsticio de verano e invierno.

Se destacó que también en los 80’s inició la investigación en Dzibilchaltún del fenómeno arqueo astronómico del equinoccio a la salida del sol y el lunar durante la luna llena de primavera. Posteriormente descubre en Uxmal, el solsticio de invierno a la salida y puesta del sol en el Palacio del Gobernador y el Templo de las Tortugas al igual que el edificio “Las Palomas” al medio día.

Aunque muchos lo tildaron “de loco” en su época, pero dejó claro que los Mayas, conocen con exactitud el movimientos de los astros y de la relación que tienen con su vida, como las técnicas de sembrado “bajo luna”, fechas especiales para concebir o el corte de maderas, para que las maderas tengan más tiempo de vida útil.

Hoy en día, los centros ceremoniales mayas, no representan “un montón de piedras antiguas”, sino vestigios de una cultura que a pesar de las condiciones en que se encuentran, continua enseñando a las nuevas generaciones, y que sumando la práctica de su idioma, muestran el vigor y la fortaleza de una cultura que se niega a desaparecer en la Península de Yucatán

El evento fue promovido por los que integran la agrupación civil “Amigos de Víctor Segovia Pinto” y de igual forma por don Félix A. Rubio Villanueva.

Finalmente Rubio Villanueva, le pidió a las autoridades municipales de Mérida a que realicen las gestiones pertinentes para que el transporte urbano, lleguen a Dzibilchatún, y de esa forma miles de yucatecos conozcan de cerca la cultura y sean orgullosos de ella.

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